Puntos flacos y malas pulgas.

Hoy vengo vacía, no tengo nada que mostraros, salvo este barco de papel lleno de sentimientos, frágil, que construí un día con una servilleta manchada, aprendí a hacer barquitos de papel y cuando no me salían arrugaba las hojas y lloraba...pero lo volvía a construir con la misma ilusión de la primera vez.

No tengo nada, y este barco de papel tampoco ha resistido a tormentas, frágil, que no sabe navegar...

Estoy vacía salvo dos manos que tengo para construir, y salvo el motor de este barco, que es mi corazón que se desplaza con fuerza con un poco de brisa.

Aunque siempre he olvidado que pasa cuando pones un barco de papel en la bañera. Se hunde.

No se como explicar el caos y desorden que ha venido de repente, las nauseas de mi estómago, no se como explicar con palabras esto, no se que sale de mi garganta. No se deciros, que esta, ya no soy yo.

Sobreactuar

Hoy he revuelto la casa y la he puesto patasarriba, he mirado en el cajón de las bragas, en las camisetas de invierno que guarde en Abril esperando una primavera calurosa, entre las fotos del corcho, en las cartas que me mandan del banco, en la hierba del parque, en la arena de Moreras... ¡HE BUSCADO EN TODAS LAS PARTES!

Es como si mi  yo razonable y feliz se hubiera ido de vacaciones, espero que no se pierda porque no se que hacer sin el.

Lo bueno de poner todo partas arriba es que he encontrado un montón de cosas que creí perdidas como anillos, pulseras, un mechero, dinero, unos zapatos de tacón, una agenda del año 2002...es curioso, todas estas cosas que un día eché en falta hoy en día me parecen inservibles. Lo mismo que con la gente que antes quería. Curioso.