24 feb 2013

Comestibles.

Definir la música como definir cualquier otro tipo de arte es algo imposible para la humanidad, pues coger algo abstracto y atribuirlo a un lenguaje creado por el ser humano para dotarnos del don del entendimiento y la comunicación lleva estos pequeños desajustes como no poder definir la palabra música por mucho que se empeñe el diccionario de la Real Academia.

No deberían existir definiciones para palabras como música, arte, dibujo, pintura y todo lo que un hombre puede crear a partir de un sentimiento o emoción.
Los sentimientos son expresiones abstractas de nosotros mismos y como tal, irracionales. Ergo, no las podemos describir.

Damos definiciones a todo porque nos sentimos más seguros. No porque sean reales y necesarias.


Me corrompen las palabras y sus definiciones, me destrozan la columna vertebral del disfrute de la vida misma, sin trampa, ni cartón, ni definiciones estúpidas.

14 feb 2013

Otro día de amor más.

Aprovechando el nuevo cuatrimestre y mi asignatura en la que estudio la psicología positiva. Hoy día de San Valentín y aprovechando que nadie lo ha hecho me he escrito una carta de amor a mi misma.

Pequeña Isabel:

No vuelvas a intentar cortarte el flequillo, puede que tu genética te haya dado muchas cualidades pero ten en cuenta que la peluquería no es lo tuyo. Por lo tanto evita el contacto directo con las maquinillas o tijeras, te ahorraras unos cuantos escalones.

Nunca dejes de leer, lee todo lo que caiga en tus manos. Los libros son amigos, te enseñan pueden incluso más que la vida, más que tu familia. Te enseñaran a comprender un poco más esto que llaman humanidad y te harán más grande. Puede que cuando no encuentres refugio en otras cosas un libro te sea de gran ayuda. Las cicatrices del daño seguirán ahí, pero dolerán menos.

La gente te quiere. Esto es fácil, eres joven pero a medida que vayas creciendo te irás quedando un poco más sola. Con el tiempo verás las cosas desde otras perspectivas y no te será tan fácil tener confianza en la gente.

Intenta sonreír todos los días y también llorar cuando lo necesites. Ríe de ti misma para poder ser feliz.
Puede ser que a veces haya gente que intente que llores más que rías. No lo permitas. Que nada te detenga. Ten siempre claro quien eres y los motivos que tienes para seguir adelante. No pares tu lucha.

Deja de tener miedo a enamorarte. Es algo humano, no te permitas unas inseguridades cuando el destino te premie con la recompensa de un buen hombre. Eres tenaz. Recuerda.
Cuando te encuentres con el no tengas miedo, disfruta de su compañía como si fuera la última vez.

Eres pequeña pero has nacido para ser grande. No vas a ser más lista, ni más guapa pero vas a ser tú misma. Esto no te va a ser tarea fácil y tendrás muchos problemas a lo largo de tu vida.

No te conformes. Recuérdalo. Vive inspirada, creativa, ilusionada. No te rindas.


10 feb 2013

Vas a morir subitamente.

Muchas veces me he preguntado qué escribiría en mi carta de suicidio. Muchas veces he pensado a quien tendría que agradecer las cosas y a quien tendría que recriminarle otras. No me iría de este mundo sin decir mis verdades. Muchas veces he pensado en el momento en el que estaría redactando que nunca vería crecer a mis hijos, nunca acabaría mi carrera o nunca encontraría el amor de mi vida. Siempre he pensado en quien iría mi funeral, quien se acordaría de mi pasados diez años. Incluso veinte. He pensado en toda esa gente que lleva años sin saber de mi viera mi esquela en el periódico e iría llorar mi muerte y a daría el pésame a mis padres. Siempre he pensado en que si estoy muerta, dejaría redactado que quiero que me entierren con los labios pintados de rojo.

También he pensado en las veces que doblaría esa carta y la dejaría sobre el escritorio con un pos-it que pusiera: ''Lo siento y gracias''.
Algunas veces he pensado en por qué me suicidaría, en que momento dejaría de ver sentido a todo. He pensado que seguramente me suicidaría por amor, porque yo soy así. Egoísta. Si no me quiere quien yo quiero no quiero que me quiera nadie. He pensado también que por qué le dejaría de ver sentido a todo, como no lo veo ahora, que nada me llenaría, ni mis amigos, ni mi familia, ni los estudios, ni mi equipo, ni nada. He pensado en lo que es la mera supervivencia, en si es más fácil dejar que los días pasen sin pena ni gloria, envejecer, y esperar a morir o acabar con esta chorrada de vida cuanto antes.

Yo no podría suicidarme, no porque tenga miedo a la muerte, no porque tenga miedo al dolor, no podría suicidarme porque hay una cosa a la que encuentro sentido. A la lucha. A que si me voy todo lo que he luchado hasta ahora no habría servido de nada. Aún así, no ha servido. No le encuentro sentido a nada, pero tampoco podría suicidarme. Por orgullo, por pensar que este mundo puede girar sin que esté yo, porque aún sabiendo que no veo sentido a nada yo quiero encontrarle sentido a lo que me importa, quiero luchar por encontrar ese sentido que tantos días como hoy me falta.

Por eso nunca escribiría una carta de suicidio.

Realidades


Se que montar en bicicleta no es algo que se olvide, te montas al principio con ruedines y vas asumiendo tu autonomía, te quitan los ruedines, te sujetan y luego aprendes a ir tu solo. 
Cuando se empieza a montar en bicicleta lo más normal es caerse, y volver a levantarse, y volver a caerse.
Si eres pequeño levantarte cuesta menos, te has caído menos veces y no sientes tanto dolor. Pero cuando eres mayor la cosa cambia. Los años, la experiencia de que caerse duele te hace cada vez más no montar en bicicleta.

Con el amor pasa exactamente lo mismo.