30 sept 2013

Cúpido, hablemos de tu puntería de mierda.

Nunca he tomado pastillas para tranquilizarme pero si he calmado mi sed con vodka mientras me tranquilizo. Cuanto más vodka tomo más tranquila soy y más pierdo la concepción de los puntos cardinales que me otorgas.

Tu ahora caminas entre la indiferencia y el olvido, esa delgada linea entre estar dentro o fuera. Yo camino entre los segmentos de una vida.

A veces no importa que yo te quiera, llega un soplo y las desilusiones se desmoronan aunque amanezca en tu cama. Y yo, me desmonto poco a poco.

De un soplo, todas mis ilusiones y todas mis mañanas.

Cuando el amor se despide, coge el equipaje y sólo nos queda el recuerdo de aquello que hizo amarse.
Somos distintos cuando nos enamoramos, nos perdemos y luego no hay forma de encontrarse.

Cuando el amor emprende un viaje, miras hacia delante y piensas que todo es cíclico, no pasa nada, te dices, pero si que pasa, el amor te ha dado la espalda porque la vida es una puta y ha vuelto a apuñalarte y tú...tú no paras de sangrar.

Y todas las ilusiones se van y todos los amaneceres en tu cama y todo vuelve a ser cíclico, y todo vuelve a empezar.

Pienso que es cuestión de vivir las cosas mientras estas están con vida.


Todavía y pese a todo, creo en el amor.

15 sept 2013

Errores sonrientes.

Tan jodida está la vida, que una casi tiene que dar las gracias por encontrarse con algún individuo “semi-humano”. Por eso, sin darle demasiada importancia a lo que importa seguiremos dejando secar nuestras pieles al sol y lamiendo la sal del tequila de la palma de la mano los viernes por la noche con la excusa de siempre, exceso de lo que tú y yo sabemos…siempre con la sonrisa más roja. Siempre quedará alguien con quien tropezar.
Al día siguiente y como todas las jodidas mañanas me miraré al espejo y miraré el reflejo de alguien pasivo, observaré el reloj y veré como se mueve pero yo no notaré que el tiempo pase. Me sentiré igual. Parece ser que hace tiempo que deje de vivir, perdí una guerra que ni siquiera empecé.

Abriré la ventana, a lo mejor así se me airea el alma. En mi habitación huele a prozac.

6 sept 2013

Precipitarse.


Me levanto despeinada, me muerdo las uñas y miro hacia los lados, parece que nadie se detiene.

Leí una vez en una de estas revistas que te hace creerte más inteligente que la verdad es el objetivo de la filosofía pero no es la norma, ya que no existe verdad absoluta si no verdad posible (No podemos tener algo con absoluta certeza). El caso es que hay que tratar en pensar no en lo que nos hace felices, si no en lo que nos parece verdadero a condición de que esa verdad y ante ella ,sea como sea, angustiosa o triste se alcance el máximo de felicidad posible.
Entonces, la felicidad es el objetivo y el camino la verdad. Esto quiere decir que una persona razonable que crea en la filosofía a la hora de escoger entre la felicidad y la verdad, es filósofo elegir la verdad.
Más vale una verdadera tristeza que una falsa alegría.


Por lo demás nada me llama la atención, nada me llena- me susurro mientras me seco una lágrima y echo un sofrito de cebolla en la cazuela.


 Parece que lo último que se hunde es el mástil de un barco.

4 sept 2013

Triste de mi.

Muchas veces es necesario escuchar, ya que como algunos dicen: Dios nos ha dado dos oídos y una boca para que escuchemos el doble de lo que hablamos.
Pero realmente hay palabras que no callan, miradas que no escuchan, sentimientos que no florecen, y silencios dentro de frases inacabadas.
Os contaría todo lo que pasa, pero nadie escucha, nadie siente, nadie se implica, nadie es empático, nadie padece.
El mundo a pesar de que ya nadie le escucha, nadie le siente, nadie le vive, nadie camina por sus tierras ni por sus campos, por sus ciudades viviendo las esencias, refrescándose con su aire, limpiándose con sus aguas, viviendo y conviviendo con sus gentes...sigue y sigue girando. Y los días pasas, y los momentos se van, y las estaciones continúan y esto, amigos míos, se acaba.

Seguid pues, deshojando el tiempo, perderle en cosas banales, enfadaros los unos con los otros, no os enamoréis y que os posea la monotonía. Los segundos se seguirán precipitando entre vuestras manos, abriréis los ojos y será otro día más, sin cambios, sin sentido, sin vivencias, sin empatía, sin que nadie esnife almas. Total ¿Qué más da? Si aquí nadie escucha.