Nunca he tomado pastillas para tranquilizarme pero si he
calmado mi sed con vodka mientras me tranquilizo. Cuanto más vodka tomo más
tranquila soy y más pierdo la concepción de los puntos cardinales que me
otorgas.
Tu ahora caminas entre la indiferencia y el olvido, esa
delgada linea entre estar dentro o fuera. Yo camino entre los segmentos de una
vida.
A veces no importa que yo te quiera, llega un soplo y las
desilusiones se desmoronan aunque amanezca en tu cama. Y yo, me desmonto poco a
poco.
De un soplo, todas mis ilusiones y todas mis mañanas.
Cuando el amor se despide, coge el equipaje y sólo nos queda
el recuerdo de aquello que hizo amarse.
Somos distintos cuando nos enamoramos, nos perdemos y luego
no hay forma de encontrarse.
Cuando el amor emprende un viaje, miras hacia delante y
piensas que todo es cíclico, no pasa nada, te dices, pero si que pasa, el amor
te ha dado la espalda porque la vida es una puta y ha vuelto a apuñalarte y
tú...tú no paras de sangrar.
Y todas las ilusiones se van y todos los amaneceres en tu
cama y todo vuelve a ser cíclico, y todo vuelve a empezar.
Pienso que es cuestión de vivir las cosas mientras estas
están con vida.
Todavía y pese a todo, creo en el amor.
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