30 sept 2013

Cúpido, hablemos de tu puntería de mierda.

Nunca he tomado pastillas para tranquilizarme pero si he calmado mi sed con vodka mientras me tranquilizo. Cuanto más vodka tomo más tranquila soy y más pierdo la concepción de los puntos cardinales que me otorgas.

Tu ahora caminas entre la indiferencia y el olvido, esa delgada linea entre estar dentro o fuera. Yo camino entre los segmentos de una vida.

A veces no importa que yo te quiera, llega un soplo y las desilusiones se desmoronan aunque amanezca en tu cama. Y yo, me desmonto poco a poco.

De un soplo, todas mis ilusiones y todas mis mañanas.

Cuando el amor se despide, coge el equipaje y sólo nos queda el recuerdo de aquello que hizo amarse.
Somos distintos cuando nos enamoramos, nos perdemos y luego no hay forma de encontrarse.

Cuando el amor emprende un viaje, miras hacia delante y piensas que todo es cíclico, no pasa nada, te dices, pero si que pasa, el amor te ha dado la espalda porque la vida es una puta y ha vuelto a apuñalarte y tú...tú no paras de sangrar.

Y todas las ilusiones se van y todos los amaneceres en tu cama y todo vuelve a ser cíclico, y todo vuelve a empezar.

Pienso que es cuestión de vivir las cosas mientras estas están con vida.


Todavía y pese a todo, creo en el amor.

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