Tan jodida está la vida, que una casi tiene que dar las
gracias por encontrarse con algún individuo “semi-humano”. Por eso, sin darle
demasiada importancia a lo que importa seguiremos dejando secar nuestras pieles
al sol y lamiendo la sal del tequila de la palma de la mano los viernes por la
noche con la excusa de siempre, exceso de lo que tú y yo sabemos…siempre con la
sonrisa más roja. Siempre quedará alguien con quien tropezar.
Al día siguiente y como todas las jodidas mañanas me miraré
al espejo y miraré el reflejo de alguien pasivo, observaré el reloj y veré como
se mueve pero yo no notaré que el tiempo pase. Me sentiré igual. Parece ser que
hace tiempo que deje de vivir, perdí una guerra que ni siquiera empecé.
Abriré la ventana, a lo mejor así se me airea el alma. En mi
habitación huele a prozac.
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