Muchas veces es necesario escuchar, ya que como algunos
dicen: Dios nos ha dado dos oídos y una boca para que escuchemos el doble de lo
que hablamos.
Pero realmente hay palabras que no callan, miradas que no
escuchan, sentimientos que no florecen, y silencios dentro de frases
inacabadas.
Os contaría todo lo que pasa, pero nadie escucha, nadie
siente, nadie se implica, nadie es empático, nadie padece.
El mundo a pesar de que ya nadie le escucha, nadie le
siente, nadie le vive, nadie camina por sus tierras ni por sus campos, por sus
ciudades viviendo las esencias, refrescándose con su aire, limpiándose con sus
aguas, viviendo y conviviendo con sus gentes...sigue y sigue girando. Y los
días pasas, y los momentos se van, y las estaciones continúan y esto, amigos
míos, se acaba.
Seguid pues, deshojando el tiempo, perderle en cosas
banales, enfadaros los unos con los otros, no os enamoréis y que os posea la
monotonía. Los segundos se seguirán precipitando entre vuestras manos, abriréis
los ojos y será otro día más, sin cambios, sin sentido, sin vivencias, sin
empatía, sin que nadie esnife almas. Total ¿Qué más da? Si aquí nadie escucha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario