Nos morimos cuando nos dan a elegir. El camino fácil y el camino correcto. Ultimamente en mi vida está decisión no me lleva a más que a múltiples quebraderos de cabeza.
El camino fácil no es tan fácil. No siempre en las matemáticas uno mas uno son dos. El blanco puede ser de un negro que asusta. Un NO a veces es un SI rotundo. Lo más sencillo no es siempre lo correcto, lo atractivo no tiene que ser bello, no es siempre oro todo lo que reluce ni plata todo lo que brilla. Y hablar en plata no significa que estés hablando claro. Dormir no significa que descanses, ni soñar despierto que seas feliz, no porque estés rodeado de un montón de gente significa estar en compañía y muchas veces hablan más claro los silencios. Porque que estés aquí no significa que te hayas ido.
Y en cuanto al camino correcto...no siempre es más feliz. Y hoy me he dado cuenta de que a veces lo que necesitas no es lo que quieres y lo que quieres no siempre lo encuentras y muchas veces buscas y no aciertas y cuando aciertas tampoco es lo que buscabas. Porque muchas veces no cogemos este camino por la ignorancia, porque en ella se vive muy feliz. Porque creo que los caminos correctos no hay que entenderlos, si no...vivirlos.
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