11 jun 2012

Quererse a si mismo.

He escrito tantas veces sobre el amor que quedo que la he desprestigiado completamente. Por eso me tomo mi tiempo y le dejo ahora al amor que se tome el suyo. Porque yo ya no le aguanto más, no le entiendo y aún menos tengo porque seguir llamando a su puerta para que me de en las narices.

Hoy voy a escribir sobre el viento y el aire que está golpeando las ventanas, ya sabéis, después de la tempestad llega la calma. La calma o el calor que tanto lo hace falta a las almas que aquí habitan.

Quiero escribir sobre el verano, sobre las vacaciones que se ha tomado tu corazón o sobre el mio, en huelga desde que no eres.

Porque voy a escribir sobre relojes y que el tiempo que pasa en ellos es insuficiente para añorarte todo lo que quisiera. Porque me gustaría manipular el tiempo y me gustaría complicarlo más. Y me gustaría hablar de los por qués que nos rodean siempre; de los amores absurdos y del motivo de quererte si tu ibas a marcharte.

Y quiero escribir sobre lo absurdo de la rutina y que a pesar de todo te tengo muchas ganas, de tener conversaciones de las nuestras, de pasear sin rumbo, de tenerte cerca. De contarte que aquí al otro lado de la ciudad hace un frio de mil demonios.

Si, quiero escribir sobre los por qués sin respuesta, sobre los te echo de menos, sobre lo que me cansa estar enamorada, porque soporto las tempestades si tu estás y hoy...aunque parezca mentira he venido a escribir del tiempo y no del amor. De como Junio va a ser una hoja más pasada en el calendario.

Porque para querer a alguien primero tenemos que querernos a uno mismo.

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