21 feb 2012

Ansiedad

Recuerdo que mi primer ataque de ansiedad sucedió cuando yo tenía 13 años. Se que es una edad en la que no son propios, pero yo por aquel entonces y por circunstancias sucedió. Y desde entonces han sido un constante en mi vida aunque la verdad hacía ya seis meses que no tenía ninguno. Hasta hoy.

Voy a intentar explicarlo.
Digamos que muchas veces los sentimientos se me amontonan tanto que me llegan a crear un vacío en el pecho, que las ojeras me empiezan a pesar y el insomnio empieza a custodiar mis noches. Me falta la respiración.
Me quedo atrapada mientras miro lo que me rodea y mientras tanto, las horas restan y mi cerebro se niega a exponerse a la realidad.

Hace ya tiempo que dejé de creer en las medicinas que me dejaban atontada porque después de mucho pensar supe que creer en mi misma, aunque fuera complejo, era lo mas saludable.

Por cierto ¿Os he contado a que funciono por impulsos y que por ellos mismos dejo de funcionar? Que nunca cumplo mi parte, que soy un desastre y que lo dejo todo a medias. En fin, que he tenido otro ataque de ansiedad. Pero ya estoy bien.

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