24 ago 2012

Pelos de punta en la nuca.

Te observo distante una y otra vez, preparado como siempre, y como si volviera a nacer de nuevo el recuerdo de tu mirada. Te observo. Tímida y temblorosa. Te repaso de arriba a abajo, te detesto y te odio pero tengo muchas ganas de besarte ahora. La libertad de no poder hacerlo cuando me plazca te hace aún si cabe más deseable. Mientras tanto tu haces como que eres un desconocido. Mis ojos se pierden en la luz de los tuyos y yo intento atrapar los silencios de las madrugadas, pero mi boca cae en el enigma de tu presencia.


No hay comentarios:

Publicar un comentario