Vomito un par de vísceras y los esbirros de las vocales y consonantes que forman tu nombre se anudan entre mis dientes.
Hoy te tengo respeto. Por lo que has llegado a conseguir de mi. Respeto y la traquea desviada de tanto vomitar. Tengo los pulmones colapsados y no encuentro el valor para arrancarme el corazón del pecho y quitarme todo el dolor que tengo en el cuerpo.
¿Qué me pasa por dentro?
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