29 oct 2011

Desorden interno.

Después de una serie de catástrofes personales he llegado al límite en el que todos los días deseo la ausencia total de todo, de encerrarme en mi habitación mirando al techo y poder pensar, relajarme y llorar para desahogar toda la furia, toda la impotencia, toda la rabia, toda la desesperación, todas las ausencias que me trago a diario y llegar al punto contrario al que ahora me encuentro. Ahora mismo siento que estoy tan oprimida que me cuesta respirar.
Quiero quedarme durante horas en soledad y quieta, sin preocupaciones, sin saber que es bueno y que es malo y llegar a un estado neutral para poder salir de allí cuando me encuentre preparada o en cierta forma...renovada.



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